3.6.12

EL SISTEMA FINANCIERO ARGENTINO CONTEMPORANEO

Por el Lic. Horacio Rovelli

“...una economía monetaria es, ante todo, aquella en que los cambios de opinión respecto al futuro son capaces de influir en el volumen de ocupación...”  - Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero – John Maynard Keynes (Prefacio 13/12/1935).

Un Estado nacional se define como tal si cuenta con su propia moneda y con su propio ejército,  esa es la razón fundamental por la que al tratar de debilitar un país se debilita primero su dinero
 
La dictadura militar que se impuso a sangre y fuego en la Argentina de 1976, económicamente tuvo tres instrumentos principales: a) Reducción generalizada de los aranceles;  b) Tablita cambiaria que atrasó el valor del peso; y c) Que solo se creara dinero por el ingreso de divisas del exterior (monetización de la Balanza de Pagos).  Con esas tres medidas desprotegieron nuestra industria y nuestra producción en general, el resultado fue el cierre de fábricas, la desocupación, y dejar la economía dependiendo de los factores del exterior, con la inflación que rondaba el 170% promedio anual.  La dictadura benefició con exclusividad al sector financiero y al campo, al primero liberando las tasas de interés, y al segundo, al no revaluar la tierra que sistemáticamente fue reduciendo su valor fiscal erosionada por la inflación, con lo que pagaron cada vez menos impuestos
 
Argentina se endeudó severamente en la dictadura para financiar el creciente déficit comercial.  Esa deuda es legitimada por el gobierno radical de Raúl Alfonsín  con el Plan Austral en junio de 1985.  

Legitimada la deuda, en la gestión de Menem se producen las privatizaciones de las empresas públicas y  se culmina con la reforma a la Carta Orgánica del Banco Central de 1992, reforma que restringe aún más el otorgamiento de redescuentos y la realización de operaciones de mercado abierto, supeditando exclusivamente la creación de dinero al ingreso de las divisas,  plasmado en que nuestra moneda pasa a ser un “vale” por un dólar (que es la moneda yankee).
 
De esa manera, la actuación de la autoridad monetaria como prestamista de última instancia quedaba severamente limitada, impidiendo que se rompiera la rígida relación entre reservas y base monetaria prevista por la ley de convertibilidad. Esas disposiciones convirtieron al sistema financiero en un engranaje más del régimen convertible. Además, la reforma a la Carta Orgánica del BCRA atribuyó una amplía autonomía a la autoridad monetaria definiendo que “en la formulación y ejecución de la política monetaria y financiera” la entidad no estaba sujeta a “órdenes, indicaciones o instrucciones del Poder Ejecutivo nacional”, con lo que se termina de cerrar el ciclo y el circuito que la creación de nuestra moneda no es patrimonio del Estado, sino de las relaciones con el exterior.
 
EL SISTEMA FINANCIERO ARGENTINO  CONTEMPORANEO:

El rol del sistema financiero consiste en relacionar los excedentes líquidos de la sociedad (ahorro financiero más recursos propios de las entidades) para convertirlo en préstamos, sin embargo el sistema financiero argentino tiene como característica saliente que capta más depósitos que los créditos que otorga, por un lado, y por el otro, que el crédito en general, y a las empresas en particular, es un porcentaje muy menor del PBI y de muy corto plazo, con lo que agudiza la falta de asistencia a la actividad productiva.
 
En efecto, si consideramos el total de depósitos del sector privado y del sector público en nuestra moneda argentina (el peso) que captaron el conjunto de las entidades financieras del país al 18 de mayo del año 2012,  ascendió a 439.247 Millones de pesos, suma a la que se le debe agregar, los U$s 12.452 Millones de imposiciones en dólares (aproximadamente unos 55.785 Millones de pesos al tipo de cambio vigente a la fecha de $ 4,48 por dólar), con lo cual, el total de depósitos a la fecha mencionada, alcanzaba la suma de unos 495.000 Millones de pesos, aproximadamente
 Sin embargo, a igual fecha, el crédito otorgado por el conjunto de las entidades financieras al Sector Privado  fue de 263.289 Millones de pesos, a los que se le debe adicionar el crédito en moneda extranjera por U$s 9.099 Millones en dólares (convertido en pesos unos $ 40.700 Millones), que conforma un total de crédito al sector privado de la economía Argentina de aproximadamente unos  304.000 Millones de nuestra moneda
 Quiere decir que el sistema financiero legal argentino en su conjunto captaba en mayo de 2012,  casi un 40% más de depósitos que los préstamos que concede al sector privado



El excedente de los depósitos captados sobre los créditos concedidos, explica en gran parte, la colocación de pases pasivos y la absorción de recursos que significa la venta de Títulos del BCRA: Notas de BCRA (Nobac)  y Letras de BCRA (Lebac) por la autoridad monetaria central, con el fin de absorber ese excedente de liquidez que cuentan las entidades y que no prestan al sector privado.
 
Por lo tanto, observando las principales variables monetarias del sistema financiero argentino, se ve que es importante la política de absorción monetaria que hace el BCRA vía la compra de Títulos Públicos Nobac y Lebac, y la aceptación de pases pasivos, que en conjunto representan (en mayo 2012) el 49% de la Base Monetaria, porcentajes que habla  por si mismo de la política de esterilización de la autoridad monetaria, por un lado y, por otra parte, de cómo los bancos fueron sustituyendo la posesión de títulos públicos del Tesoro de la Nación (que a diciembre del año 2002 representaban el 40% de los activos de las entidades) por los títulos y pases del BCRA.
 
Otra forma de ver la limitada presencia del crédito en la economía Argentina, es analizar su importancia macroeconómica. A mayo de 2012 el total de créditos concedido por el conjunto de las entidades del sistema financiero local al sector privado era de aproximadamente el 15 % del PBI, nivel muy inferior al verificado en las principales economías desarrolladas. De alguna manera, esa baja participación del crédito indica que las empresas se financian con su propio capital, y/o pueden obtener financiamiento fuera del sistema financiero argentino, lo que también se explica por la fuerte “extranjerización” de la economía Argentina, pero no le sucede igual al grueso de las pequeñas y medianas compañías, dependientes del crédito que pueden obtener del sistema financiero argentino[1].
 
Cuando vemos la estructura del crédito observamos que una parte importante (aproximadamente el 50%) significan préstamos que podemos inferir como personales,  o como dice el BCRA, créditos al consumo o vivienda,  o asimilable al consumo, con lo que la asistencia al sistema productivo en promedio y en general se reduce más aún (Sería del 7,5% del PIB).
 
Es cierto que en el caso argentino,  el gobierno ha priorizado el consumo, por la relación entre Consumo-Inversión-Ingreso, razón por la cuál ha desalentado el ahorro (en la definición de Keynes, riqueza que no se consume), y  ello ha producido una fuerte y sostenida demanda de bienes de consumo no durables y durables[2],  pero en este último tipo de bienes alcanza hasta bienes complejos como son los automóviles. Pero podría y debería ser mayor el crédito  para la construcción de viviendas, y el límite son las positivas tasas de interés y el crecimiento de los precios de los inmuebles con respecto a los salarios.  Una solución podría ser la de que el Estado bonifique la tasa de interés de los créditos hipotecarios para la vivienda, con lo que estimularía la actividad de alto multiplicador de inversión, mejorando el porcentaje de crédito sobre la economía y disminuiría el déficit habitacional, redireccionando el consumo, conformando una demanda agregada más consistente.

Ahora bien la pregunta es, ¿Qué debe hacer el gobierno para impulsar el crédito a las PYMES?  Bien,  los primeros pasos se comenzaron a dar cuando la ministra de Industria, Débora Giorgi, reúne a representantes de pequeñas y medianas empresas junto con directivos de bancos privados y públicos con el objetivo de incrementar el financiamiento para esas compañías y generar nuevas herramientas de crédito.

El proceso de sustitución de importaciones que este gobierno apuntala, el desarrollo de proveedores locales que impulsa la nacionalización de YPF, la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central y la administración del comercio[3], entre otras políticas públicas, aumentan las oportunidades de mercado para las PYMES, convirtiéndose a su vez en una enorme oportunidad de negocios para el sistema financiero y los bancos que pueden y deben dar más crédito al sector.

Desde el año 2009 a mayo de 2012 el Ministerio de Industria puso a disposición de las PYMES  financiamiento a tasa regulada y baja por más de 15.000 millones de pesos, pero es un importe pequeño ante una masa de crédito total de más de 300.000 millones de pesos que presta el conjunto del sistema, por ende es imprescindible acordar con las entidades financieras que dispongan un cupo o una parte para exigirse en prestar a las PYMES.
 
A medida que se vaya logrando la conversión del dinero en créditos a la producción y a las PYMES en particular, estaremos consolidando la soberanía monetaria que se apuntala con la reforma de la Carta Orgánica del BCRA y que debe ser continuada con la reforma de la ley de entidades financieras y la creación de un banco de desarrollo.




[1] Generalmente se ve como grados de monetización, relacionado la Oferta de Dinero, por ejemplo tomamos M3 ampliada (Circulante más todo tipo de depósitos en pesos y en dólares) sobre el PIB y ronda el 30%, que es muy baja comparándola con los países desarrollados. En crédito la relación es aproximadamente el 15% del PIB,  quiere decir que la economía Argentina funcionaba en el año 2012 en un marco de baja monetización, con una parte importante que no se transforma en crédito (dinero en poder de las empresas, de las entidades financieras, y en los LEBAC, NOBAC y pases pasivos del BCRA) que implica una severa restricción para el desarrollo de las PYMES.
[2] El Consumo interno ha sido y es la base principal de nuestro mercado nacional, representando en conjunto el 74,5% del PIB
[3] Donde juega un rol destacado la política de licencias no automáticas y salvaguardas que debe otorgar la Secretaría de Comercio Exterior, así como la presentación de Declaraciones Juradas ante la AFIP para solicitar la importación y el cumplimiento fiscal de la firma.

1 comentario:

Jorge Ramiro dijo...

Estoy interesado en el tema de la economía Argentina y sobre todo los credito consumo que es una cuestion esencial para que cualquier economista pueda realizar una inversion